En esta práctica invocamos a los maestros y maestras que han hecho posible que podamos recibirla y practicarla hoy y especialmente a Patañjali como difusor y representante de una tradición yóguica más antigua.

Invocación


वन्दे गुरुणां चरणारविन्दे
संदर्शितस्वात्मसुखावबोधे ।
निःश्रेयसे जाङ्गलिकायमाने
संसारहालाहलमोहशान्तै ।।
Oṁ
vande gurūṇāṁ caraṇāravinde
sandarśitasvātmasukhāvabodhe |
niḥśreyase jāṅgalikāyamāne
saṁsārahālāhalamohaśāntyai ||
Om
Venero los pies de loto de los maestros, que han mostrado la compresión de la dicha del propio Ser. Sin igual, que actúa como un médico encantador de serpientes, para curar el veneno de la confusión de una existencia condicionada.

आबाहु पुरुषाकारं
शङ्खचक्रासिधारिणम्
सहस्रशिरसं श्वेतं
प्रणमामि पतञ्जलिम् ।।

Ābāhu puruṣākāraṁ
śaṅkhacakrāsi dhāriṇam
sahasra śirasaṁ śvetaṁ
praṇamāmi patañjalim ||
Oṁ
Me inclino ante Patañjali , que tiene forma humana en la parte superior del cuerpo, que sostiene una caracola, un disco y una espada, (coronado con una cobra) de mil cabezas blancas brillantes.
Om


Sobre las 8 ramas

Aṣṭāṅga Yoga se traduce del sánscrito como Yoga de las ocho ramas/partes/miembros  (Aṣṭau :8, -anga: miembro). Estas 8 partes son fundamentales en el camino del Yoga descrito por Patañjali en sus famosos YogaSūtra. Las 8 ramas, partes o auxiliares del método al que se refiere el compuesto sánscrito Aṣṭāṅgayoga son:

  1. Yama: restricciones, códigos morales y éticos
  2. Niyama: observancias para la purificación personal
  3. āsana: posturas o práctica física
  4. Prāṇāyāma: control del prāṇā a través de la respiración
  5. Pratyāhāra: retraer los sentidos de los objetos externos
  6. Dhāraṇā: concentración
  7. Dhyāna: meditación, ecuanimidad
  8. Samādhi: contemplación

Muy resumidamente yama y niyama son los cambios de comportamiento y principios que tenemos que tener presentes en nuestro día a día en las relaciones con los demás y con el planeta así como con nosotras mismas.

Estos cambios, principios y hábitos acompañados de una práctica de respiración preparatoria, pasando por el cuidado de la postura adecuada, permiten concentrar la mente, trabajar la atención para alcanzar estados profundos de meditación. El objetivo es calmar la mente de manera que podamos “ver” nuestra esencia espiritual, la consciencia pura sin el contenido de nuestros pensamientos. No es una práctica fácil.

Tradicionalmente en los textos antiguos el orden en que aparecen los elementos de una lista e incluso el orden de las palabras tienen un valor simbólico. El primer elemento suele ser el más importante. Por lo tanto yama el primer elemento de los 8 de este método es el más importante. Al menos para Patañjali no es la postura o el āsana sino nuestra relación con el entorno y los demás. Los yama son además una lista de 5 principios. El primero es Ahimsā que se traduce como no dañar, o más popularmente como no violencia.

Para Pattabhi Jois, la práctica física era importante como una manera para acceder a la mente y para limpiar condicionamientos y patrones físicos y mentales que nos limitan. Además al establecer la cosntancia en la práctica, surgen naturalmente inquietudes y se facilita la autoobservación. Esto en muchos casos produce cambios en nuestra manera de actuar,en lo que consumimos y una transformación comienza a manifestarse. Es un proceso continuo. Así comenzamos a cultivar los principios de yamas y niyamas.

Durante la práctica física practicamos en cierta medida āsana y Prāṇāyāma, a la vez que cultivamos Pratyāhāra al enfocar nuestra atención tanto con la respiración como con la mirada. Con el tiempo podemos vislumbrar o profundizar en la concentración (dhāraṇā) que podría transformarse en una concentración sostenida (dhyāna, meditación). Estados profundos de meditación podrían dar pie para experimentar samādhi. Los últimos estados son más accesibles en prácticas de meditación en quietud que puede mantenerse y sostenerse con un cuerpo preparado a través de las prácticas de āsana y prāṇāyāma.